5 causas por las que nuestras plantas pueden enfermar o morir
Muchas veces nos preocupamos por nuestras plantas porque no sabemos qué les ocurre. A veces lucen un poco regular, es decir, no muestran toda la vitalidad y salud que deberían tener, y otras veces sencillamente vemos que van tan mal hasta que se nos mueren, sin entender por qué ha ocurrido.
En este artículo, quiero recopilar para ti las cinco causas por las que nuestras plantas pueden enfermar o directamente morir, y explicarte cómo puedes solucionarlo. Te recomiendo que sigas leyendo hasta el final porque estoy seguro de que te será útil esta información, ya sea para el presente o para el futuro en el cuidado de tus plantas.
No controlar la luz del sol
Una de las causas más comunes por las que nuestras plantas pueden enfermar o morir es la falta de control sobre la cantidad de luz solar que reciben. Cuando cuidamos de pequeños brotes, ya sean hortalizas, flores u otras plantas, es importante vigilar cuántas horas de luz directa del sol están recibiendo. Se recomienda comenzar con luz indirecta del sol en los primeros momentos, y aumentar gradualmente la exposición al sol cuando las plantas superen los 7 centímetros de altura o tengan 4 o 5 hojas verdaderas.
En el caso de las semillas, es importante recordar que si son muy antiguas, es posible que hayan perdido su capacidad de germinación. Se recomienda utilizar semillas que hayan sido extraídas o compradas dentro del último año para garantizar una germinación exitosa.
Problemas con el riego
Otro aspecto clave en el cuidado de las plantas es el riego. Cada planta tiene sus propias necesidades específicas de agua, suelo y luz. Por esta razón, es recomendable realizar una investigación previa sobre las plantas que queremos cuidar para no cometer errores.
Un error común en el riego es regar en exceso y dejar el suelo encharcado. Esto puede pudrir las raíces y causar el desarrollo de hongos que pueden matar a nuestras plantas. Es importante regar solo cuando las plantas lo necesitan, y para saber cuándo es el momento, simplemente debemos verificar la humedad del suelo en la maceta. Si está húmedo, esperamos a que se seque antes de regar nuevamente.
Plagas e insectos
No hay ninguna planta que esté exenta de las plagas y los hongos. Las plagas son una de las situaciones más comunes que pueden afectar a nuestras plantas, pero no significa que estas tengan que morir. Es importante identificar el tipo de plaga o insecto al que nos enfrentamos para tomar las medidas necesarias para su eliminación.
En el caso de los hongos, se puede tratar de manera sencilla diluyendo una cucharada sopera de bicarbonato monosódico en un litro de agua y rociando las plantas afectadas con esta mezcla durante dos o tres días seguidos.
En cuanto a los insectos, existen diferentes insecticidas caseros que pueden ayudarnos a eliminarlos. Es recomendable aplicarlos durante dos o tres días seguidos y luego cesar su uso si ya no es necesario.
Falta de nutrientes
A veces nuestras plantas pueden presentar deficiencia de nutrientes, siendo los más comunes el fósforo, el nitrógeno y el potasio. Para identificar cuál es el nutriente que les hace falta, siempre debemos observar las hojas de las plantas. Un indicativo común es la aparición de manchas marrones en las hojas, lo cual puede ser señal de falta de nitrógeno.
En el caso de la falta de potasio, las hojas suelen ponerse amarillas o marrones en los bordes. Para solucionarlo, se recomienda utilizar un fertilizante de potasio, que puede ser elaborado con ingredientes caseros como cáscaras de plátano y piel de patata.
Recuerda que cada planta es única y puede tener requerimientos específicos, por lo que es importante investigar sobre su cuidado particular. Siguiendo estos consejos, estarás más preparado para mantener tus plantas saludables y evitar enfermedades o muertes innecesarias.
¡Espero que este artículo te haya sido útil! No olvides dejar tu opinión en los comentarios y compartir este contenido con otros amantes de la jardinería y el cuidado de las plantas. ¡Hasta la próxima!