Abonos caseros para plantas: ¿realmente funcionan?
Hoy vamos a hablar sobre los abonos caseros para plantas, aquellos que podemos fabricar con ingredientes que tenemos en nuestra cocina. Veremos cuáles son los abonos que podemos utilizar, cuándo podemos utilizarlos y, sobre todo, cuáles son aquellos que pueden ser perjudiciales para nuestras plantas.
En el blog se han mostrado muchos superabonos para plantas, flores, árboles frutales, y frecuentemente recibo comentarios preguntando si se pueden utilizar otros ingredientes como abono para las plantas. Es importante tener en cuenta que muchas de estas opciones pueden no ser tan beneficiosas para las plantas, ya que no solo se trata de saber qué abonos utilizar y cuáles no, sino también cuándo y cómo utilizarlos, y en qué proporción y tipo de planta.
En este artículo, responderemos a todas tus dudas y preguntas sobre jardinería, y te daré mis mejores consejos. Recuerda apoyar este artículo dejando un me gusta, ya que esto ayuda al blog de Guardaditos, donde encontrarás más contenido relacionado.
¿Cuándo utilizar los abonos?
Es importante saber que la mayoría de las plantas, durante el otoño e invierno, detienen su crecimiento y entran en una época de letargo. Por lo tanto, las estaciones más importantes para ellas son la primavera y el verano, cuando crecen, florecen y dan frutos. Si bien existen muchas excepciones, en general los abonos se utilizan al comienzo de la primavera y durante esta estación y el verano. Es fuera de esta época cuando se aplicarán los abonos a las plantas, pero no obtendremos los resultados deseados.
Abonos caseros para plantas:
1. Miel:
La miel puede ser utilizada como abono reconstituyente cuando nuestras plantas se encuentran enfermas o tristes. También es útil para semilleros y esquejes, ya que tiene propiedades antifúngicas que combaten los hongos. Para utilizarla, diluye dos cucharadas de miel en medio litro de agua y riega tus plantas con ella. También puedes pulverizarla sobre las hojas.
2. Cáscaras de naranja:
Las cáscaras de naranja son ricas en nitrógeno, fósforo, potasio y calcio, y pueden ser utilizadas como abono durante todo el año. Sin embargo, es importante secarlas al sol antes de utilizarlas para que pierdan la acidez. Una vez secas, tritúralas y aplícalas directamente sobre tus plantas. Utiliza una cucharadita por planta y no apliques este abono más de una vez al mes.
3. Agua de lentejas:
El agua de lentejas es rica en fósforo, potasio, magnesio y la hormona auxina, que estimula el crecimiento de las raíces y la floración de la planta. Se recomienda utilizar este abono al comienzo de la primavera o cuando se realizan esquejes. Simplemente coloca un puñado de lentejas en agua y, después de dos o tres días, utiliza el líquido para regar tus plantas una vez a la semana.
4. Ceniza de leña:
La ceniza de leña es rica en calcio, potasio y fósforo, y es especialmente beneficiosa para flores y frutos, así como para estimular el crecimiento de las hojas. Se recomienda utilizarla en pequeñas cantidades alrededor del tallo de la planta, ya que puede cambiar la acidez del suelo. Utilízala una vez al mes y evita abusar de ella.
5. Agua de lavar arroz:
El agua de lavar arroz, rica en fósforo y potasio, es un excelente abono para lograr flores hermosas. Puedes regar tus plantas con este agua para obtener resultados asombrosos. Recuerda dejar tus comentarios en la caja de comentarios para compartir cuál de estos abonos utilizas, cuál te ha gustado más o cuál quieres comenzar a usar. Si te ha gustado este artículo y quieres una segunda parte sobre abonos caseros, deja un me gusta en el video y suscríbete al blog de Guardaditos para más contenido relacionado. ¡Hasta la próxima!